Las 4 capas esenciales para disfrutar Noruega e Islandia sin congelarte

Viajar al norte sin miedo al frío: nuestra guía para disfrutarlo todo
Las 4 capas esenciales para mantener el calor

Todo empieza aquí.
Esta capa es la que
mantiene el calor natural de tu cuerpo y evita que el frío te sorprenda cuando las temperaturas bajan. Piensa en ella como tu segunda piel: ligera, cómoda y siempre lista para acompañarte en cada aventura.
Lo ideal es llevar una camiseta térmica de manga larga —mejor si es de materiales que absorban la humedad y se sequen rápido, como el poliéster o la lana merina—. Así, aunque te muevas mucho o llueva un poco, seguirás sintiéndote seca y abrigada.
Para la parte inferior, unos
leggins térmicos son la mejor opción en otoño e invierno, cuando el frío se siente más. En primavera y verano, puedes reemplazarlos por leggins delgados o incluso por mallas deportivas si el clima está más templado.
💡 El secreto está en sentirte ligera, pero protegida. No se trata de llevar muchas prendas, sino de elegir las adecuadas.
Porque cuando tu cuerpo está cómodo, tu mente se relaja… y puedes enfocarte en lo realmente importante: disfrutar el paisaje, reírte con tus compañeras y vivir el momento.

Después de mantener el calor con la capa térmica, llega el turno de
retenerlo y envolverlo con suavidad. Esta capa es la que te abraza cuando sopla el viento, la que te acompaña en los trayectos en autobús mirando por la ventana o en esas caminatas entre paisajes nevados que parecen postales.
El
forro polar es una prenda ligera, cálida y muy práctica. Se seca rápido, ocupa poco espacio en la maleta y combina fácilmente con todo. Es perfecta para el día a día del viaje, cuando el clima cambia varias veces en una misma jornada.
Si prefieres un toque más clásico (y muy nórdico), los
suéteres de lana también son una opción ideal. La lana natural conserva el calor incluso si se humedece y aporta ese encanto acogedor que tanto se disfruta en los países del norte.
💡
Consejo Nosotras: lleva uno o dos forros polares o suéteres de lana, para poder alternar según el clima o la ocasión. Uno más liviano para las caminatas, y otro más grueso para las noches en el hotel o las cenas en grupo.
Esta capa no solo cumple una función práctica: también tiene algo emocional. Es la que más se siente —esa sensación cálida y reconfortante que te acompaña mientras observas un atardecer sobre un fiordo o esperas las auroras boreales con una taza de chocolate caliente en las manos.
Porque al final, no se trata solo de abrigarte del frío, sino de abrazar la experiencia con todas sus capas.

Llegamos a la capa más visible, la que se convierte en tu
escudo contra el viento, la lluvia fina y las temperaturas bajas.
Es esa prenda que usarás una y otra vez: cuando salgas a recorrer un pueblo costero, cuando subas al barco para admirar un fiordo, o cuando te detengas a mirar una cascada impresionante sin importar el clima.
En primavera y verano, bastará una
chamarra ligera. Es cálida, cómoda y fácil de combinar con tu ropa del día a día.
Pero si viajas en otoño e invierno —cuando el aire del norte sopla con más fuerza— te recomendamos llevar un
abrigo más largo, idealmente uno que cubra hasta debajo de las caderas. Esta longitud adicional marca la diferencia, porque protege mejor del viento y mantiene el calor corporal incluso en los trayectos más fríos.
💡 Un consejo de viajera a viajera: busca una chamarra o abrigo resistente al agua o con tecnología impermeable ligera. Nunca sabes cuándo puede llover o cuándo una ráfaga de viento traerá gotas desde el mar o la nieve.
Una prenda así te permitirá disfrutar el momento sin necesidad de correr a refugiarte.
Además, el abrigo principal es parte de tu identidad durante el viaje. Aparecerá en todas las fotos, te acompañará en los trayectos, y será el recuerdo que te envuelva cuando pienses en ese lugar al que fuiste.
Cada vez que la cierres y sientas ese calorcito interior, recordarás por qué valió la pena empacar con cuidado: porque estar preparada te da libertad. Libertad de moverte, de explorar y de vivir el viaje sin límites.
💬 “El frío no se combate con fuerza, sino con preparación”, decimos siempre Nosotras.
Y esta capa es, sin duda,
la más poderosa de todas.

En Islandia, el clima es todo menos predecible. En un mismo día puedes ver sol, viento, lluvia e incluso nieve ligera, y todo en cuestión de minutos. Por eso, una
chamarra ligera impermeable o rompevientos no es solo una prenda más: es tu escudo para disfrutar el paisaje sin preocuparte por el clima.
Opta por una chamarra
resistente al agua y al viento, pero que también sea
transpirable. Esto te permitirá mantenerte seca sin sentirte sofocada durante caminatas o excursiones. Las versiones
compactas y plegables son ideales porque puedes guardarlas fácilmente en la mochila cuando el clima mejora.
Además, no se trata solo de protegerte: una buena chamarra te permite seguir disfrutando del momento.
💡 Tip viajero: asegúrate de que tenga capucha ajustable, cierres herméticos y puños elásticos para evitar que entre el viento. Si puedes, elige un color llamativo —no solo luce bien en las fotos, sino que te hará más visible en caminatas o excursiones en grupo.

Prepararte es parte de la experiencia
Viajar con Nosotras significa hacerlo con confianza y disfrute.
Sabemos que cada mujer tiene su propio ritmo, y que viajar acompañada —pero libre— hace toda la diferencia.
Así que antes de hacer tu maleta, asegúrate de llevar contigo las 4 capas esenciales.
💙 Porque cuando estás cómoda, el frío se convierte en parte de la aventura.

Aixa Nahir Minetti
Content creator


